AMBIENTES
DE APRENDIZAJE EN EL SIGLO XXI
FRANCISCO JOSÉ CORREA ZABALA
Matemático Puro.
Universidad de Antioquia
Especialista en Sistemas
de Información. Universidad EAFIT . Medellín, Colombia.
Doctor en Inteligencia
Artificial e Ingeniería de Software. Universidad Politécnica de Valencia.
Línea I + D en
Informática Educativa
UNIVERSIDAD EAFIT
AMBIENTES
DE APRENDIZAJE EN EL SIGLO XXI
RESUMEN
El papel de la educación en la sociedad ha cambiado debido
al surgimiento de paradigmas y nuevas mediaciones que exigen las tecnologías de
la información y la comunicación. Los ambientes de aprendizaje, entendidos como
los espacios en los cuales se desarrollan los procesos de enseñanza y de
aprendizaje, también están evolucionando de forma rápida y efectiva. Las nuevas
generaciones son afectadas cada vez desde más temprana edad, por la inclusión
de las diferentes tecnologías en su vida cotidiana. La transformación de los
ambientes de enseñanza y de aprendizaje es una necesidad clara en el país.
Nuestra propuesta pretende mostrar que la educación presencial puede llegar a
evolucionar a un nuevo paradigma para la formación de las nuevas generaciones,
al enriquecer sus procesos con la incorporación del desarrollo de competencias
y el uso pedagógico de las TIC.
Hablaremos del “aula de clase” de forma presencial.
Palabras
clave:
Ambientes de aprendizaje, educación presencial, formación por competencias,
TIC.
INTRODUCCIÓN
Los Desarrollos Tecnológicos
El constante y rápido desarrollo de las tecnologías es cada
vez más sorprendente. En general, la sociedad como causa y consecuencia se
desarrolla a ritmos vertiginosos y las actividades del hombre y sus tecnologías relacionadas evolucionan
a medida que esta relación se vuelve más estrecha. Es decir, si una actividad
humana está influenciada por las tecnologías puede suceder que la relación sea altamente
productiva porque en la actividad surgen nuevos horizontes para la ejecución de
las tareas, y el conocimiento
involucrado en los procesos suele transformarse
como efecto de esa relación.
Cuando hablamos de desarrollo
estamos pensando en todo lo que implica éste concepto: el desarrollo es tecnológico,
social, cultural, económico y científico. Señalamos que no hace parte del
alcance del presente documento, las
posibles dificultades y asuntos éticos que surgen de la utilización que hace el
hombre de los desarrollos tecnológicos.
Con el objetivo de precisar los conceptos que manejaremos,
definimos el desarrollo tecnológico como el proceso constante que permite de
actualizar (también y sin ser exclusivas: mejorar, increm entar,
innovar, modificar, cuestionar, cambiar, entre otras) el orden de conocimientos
(tecnología y ciencia) de tal forma que se apliquen a alguna actividad,
herramienta, maquinaria, proceso o labor desarrollada por el hombre.
En este desarrollo,
las tecnologías se mezclan con otras, dando lugar a nuevas tecnologías, profesiones,
actividades y horizontes: Biomecánica, Algoritmos genéticos, gestión del
conocimiento, telemedicina, entre muchos otros. Del mismo modo, algunas
tecnologías tienen su razón de ser en la actuación y forma de organizarse para
hacer las cosas. Su aplicación no se
refiere a una actividad específica. Dichas tecnologías las llamaremos
transversales, en el sentido en que se refieren a los diferentes procesos o
disciplinas que actúan sobre las tecnologías específicas y, por ende, sobre los
recursos específicos. Un ejemplo de ellas son las que se relacionan con la
gestión (Gestión Estratégica, Gestión del Conocimiento, Gestión del Recurso
Humano, Gestión Regulatoria, Gestión Ambiental, etc.). Otras tecnologías que
son transversales y son las que estamos interesados en tratar en el presente
artículo son: las Tecnologías de la Información y la Comunicación , TIC.
Los continuos cambios
que la sociedad ha experimentado en las últimas décadas nos han llevado, hacia
la transición de una sociedad globalizada y del conocimiento, con consecuencias
directas en la transformación de las formas organizativas y productivas que nos
obligan a responder a las exigencias cada vez más altas del mercado mundial. Es
necesario que cada país, cada región y en definitiva cada organización se
disponga a responder los requerimientos que plantean las nuevas relaciones
entre hombre, sociedad, conocimiento, comunicaciones, educación, sector
productivo y la forma de evolucionar en los conocimientos que surjan de las
mismas. Mercedes Iniciarte (2004) afirma a este respecto que hay tres factores fuertemente
ligados al desarrollo de la sociedad
contemporánea:
- La revolución causada por las
tecnologías de la información.
- La globalización.
- El conocimiento científico y
tecnológico.
Estos factores en el
campo de las relaciones productivas, son causas de la aceleración del ritmo de
cambios tecnológicos, lo que exige a todos mayor capacidad de adaptación a
situaciones nuevas. A su vez la
globalización y la competencia en los mercados, exige la cualificación del
recurso humano, el mejoramiento de su competitividad, su capacidad para utilizar
de forma efectiva la información y el conocimiento con el fin de lograr
personas innovadoras que permitan la creación de nuevos valores en sus
desempeños productivos. Es clara la necesidad actual de ser cada vez más competentes en todo lo que hacemos.
Toffler y Toffler
(1994) afirmaban hace más de una década que “El bien más preciado no es la
infraestructura, las máquinas, los individuos, sino las capacidades de los
individuos para adquirir, crear, distribuir y aplicar críticamente y con
sabiduría los conocimientos, en un contexto donde el veloz ritmo de la
innovación científica los hace rápidamente obsoletos”. Esto significa que uno de los valores
más importantes del hombre y su relación con el mundo es el saber, entendido
como la capacidad de utilizar su inteligencia, sus conocimientos y sus experiencias
para lograr un mejor-estar y una relación más equilibrada y productiva con sus
semejantes y su entorno. Esto suena como un sueño o un ideal, pero si el hombre
no aspira a lograr la conquista de un mundo equilibrado y justo, estamos
condenados a la construcción de nuestra propia destrucción.
Las tecnologías
de la información y la comunicación
Por su naturaleza actual
las Tecnologías de la
Información y la Comunicación están presentes en casi todas las
actividades del ser humano. Son múltiples las evidencias de la intervención de
las TIC en la salud, la industria, la ciencia, la educación, el transporte, las
comunicaciones, la recreación, el hogar, el comercio, etc,. Pero el fenómeno
más interesante de está relación es que emergen tecnologías nuevas casi a
diario y se convierten en un factor de
cambio que produce resultados fascinantes, insospechados y sorprendentes, pues
se involucran tantos campos del saber humano que transforman nuestras formas de
ver y aprehender el mundo.
Las diferentes
tecnologías emergentes se entretejen para generar nuevas formas de relaciones, nuevas
maneras de enfrentar las actividades, derivadas de las profesiones y los saberes
específicos, y nuevas maneras de lograr los aprendizajes. Desde su surgimiento,
las tecnologías de la información y la comunicación, han sido un factor de
cambio y desarrollo tan importante que su impacto e importancia en el mundo se
compara con la revolución industrial .
La Educación en El Mundo Moderno
La transformación en
la educación se puede comprender de diferentes formas. La educación se renueva afectada por factores
externos:
Estamos
viviendo un profundo proceso de transformación y modernización de los modos de
producción, las relaciones sociales, la organización política y la cultura que
modifican los sistemas educativos.
O podemos ver la educación como factor de
desarrollo:
Estamos viviendo un profundo
proceso de transformación y modernización de los sistemas educativos que
modifican los modos de producción, las relaciones sociales, la organización
política y la cultura.
También podemos mirar
la situación como una simbiosis en la que los cambios de unos sistemas generan
cambios en todos. Es decir, todos actuando de forma dinámica y sistémica para
producir como resultado: la evolución y el desarrollo. Al entender de forma sistémica la realidad no
nos resulta difícil entender la globalización, sus tensiones, sus relaciones e
impactos en nuestro entorno. Ahora es necesario entender el nuevo papel del conocimiento
en la sociedad y con ello, reconocemos la importancia de la educación entendida
como factor de cambio y desarrollo de las sociedades.
El mundo moderno exige nuevas formas de ver la educación,
el hombre y la sociedad. Pero estas formas no son estáticas, sino que
evolucionan y cambian conforme el mundo cambia. Las Tecnologías de la Información y
Comunicación, TIC, por su naturaleza, se han involucrado en gran parte de las
actividades del ser humano potenciando
el desarrollo de las mismas y generando
nuevos horizontes y paradigmas en los modos de establecer relaciones y
comunicaciones, en las formas de enseñanza y aprendizaje, en las actividades
sociales, laborales y comunitarias. En este sentido, los diferentes actores del
sistema educativo debemos replantear de forma constante el papel que desempeñamos
en el sistema, dado que nuestros métodos y estrategias deben evolucionar a la
par con el mundo cambiante y al mismo tiempo, convertirlos en factor nuevos de
cambios e innovaciones.
Son notorias las diferencias de las características
manifiestas entre las generaciones de los diferentes actores que están
involucrados de alguna forma en el sistema educativo. Un niño que apenas se
inserta en el sistema, conoce el celular, los videojuegos, la Internet y otros, casi desde
el momento en que empieza a dar sus primeros pasos. Algunos docentes o
administrativos utilizaron la tabla de logaritmos para hacer sus cálculos,
otros las calculadoras y los más jóvenes las Pocket PC. Más aun, debido a la
rapidez y alto impacto de los cambios tecnológicos, las brechas generacionales
son cada vez más profundas y el tiempo para asimilarlos es cada vez más corto.
Así mismo, las diferencias entre generaciones son cada vez más notorias, sin contar
que cuando nos referimos a “diferencias” utilizamos la palabra en toda su
dimensión abarcando aspectos como: los tecnológicos, los éticos, los culturales,
los educativos, entre otros. A pesar de esta situación debemos lograr que el sistema educativo, y en particular sus
actores, cumplan su papel en la
sociedad, teniendo en cuenta las condiciones actuales de su entorno para
propiciar nuevas alternativas de desarrollo armónico y fructífero. Para
lograrlo es necesario incorporar dimensiones tecnológicas en el sistema
educativo que haga que las relaciones entre los elementos del sistema sean más
efectivas: La incorporación de las Tecnologías
de la Información
y la Comunicación
en la gestión educativa, en la relación entre docentes y estudiantes, entre estudiantes
entre si, dan cuenta de las múltiples transformaciones que se producen en el
escenario educativo si se incorporan con sentido pedagógico.
En la actualidad hay dos grandes factores de cambio y
desarrollo para la educación: la
educación basada en el desarrollo de competencias
y la inclusión de las TIC para apoyar y fomentar dicho desarrollo. La educación por competencias supone una
nueva forma de enfrentar los procesos de enseñanza y de aprendizaje, de
construir los objetos de aprendizaje, de generar relaciones entre los actores
del proceso, el currículo y en general de impactar todo el sistema. Del mismo modo, las TIC se han ido
involucrando en todos los procesos para convertirse en factores de desarrollo. El
uso de herramientas relacionadas con las TIC asociadas al desarrollo de
competencias permite plantear diferentes alternativas para orientar, ejecutar y
evaluar los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
Tendencias Tecnológicas Significativas para la Educación
De acuerdo con el Informe
Horizont, Edición 2008 hay seis tecnologías
que tendrán gran impacto en las instituciones educativas y sobre todo en su
quehacer: Recomendamos su lectura ya que es un documento muy importante para
quienes estamos preocupados por los cambios en la educación. Describiremos a
continuación esas tecnologías por cuanto
han comenzado a incidir en los diferentes ambientes de aprendizaje:
·
Producción de videos: La producción de videos dejó de
ser un privilegio para convertirse en algo que todos podemos hacer. Los recursos
para hacerlos son cada vez más simples y están cada día más a la mano por las
tecnologías móviles., sumado a la cantidad creciente de videos publicados en
Internet y en televisión de carácter educativo y que son accesibles para hacer
de ellos un uso pedagógico.
·
Webs de colaboración. Mediante la utilización de sitios
WEB, es posible realizar documentos en línea con varios autores que no se
encuentran de forma presencial, para compartir documentos, integrar contenidos
y herramientas en un solo producto, realizar reuniones virtuales, etc. Este desarrollo
ha posibilitado la realización de proyectos con equipos de personas que se
encuentran geográficamente en espacios diferentes pero que realizan productos
en tiempo real.
·
Banda ancha móvil. Los dispositivos de acceso a
Internet es cada vez más fácil y eficiente y pueden ser integrados fácilmente a
la educación.
·
Aplicaciones WEB hibridas. Aunque en la actualidad no se
presentan muchos desarrollos, está surgiendo una tipo de páginas WEB que
presentan información y resultados de las consultas de los usuarios integrando,
de forma transparente para quien consulta, recursos y datos disponibles en
otras aplicaciones WEB. Es decir, se combinan datos de diferentes fuentes en
una única herramienta que resultan muy útiles para los procesos de
investigación..
·
Inteligencia colectiva. Conocimiento que emerge de un
grupo de individuos y puede ser explicito, en el sentido en que el grupo lo
produce de forma intencional (como la Wikipedia ) o implícito porque se obtiene del
grupo en razón de las actividades que realizan los que se definen como grupo.
·
Sistemas operativos sociales. Si bien este concepto es
relativamente nuevo, alude a las nuevas formas en que las personas se
relacionan y se conectan. Hoy en día surgen formas nuevas en las que las
personas se reconocen, se crean, se identifican y mantienen sus relaciones.
·
Herramientas tecnológicas
asequibles. Este aspecto no esta considerado de
forma explicita en el Informe Horizont,
Edición 2008, pero creemos importante considerarlo. Los variados artefactos
creados que se incluyen en el aula de clase y transforman los ambientes de
aprendizaje plantean a todos enormes retos y obligan al docente a reformular su
perfil para pasar de ser transmisor de información a dinamizador de conocimientos.
La aparición de tableros electrónicos con diferentes utilidades, el Internet en el aula son evidencias cercanas
de los cambios que se han generado en el mundo con respecto a la forma como
accedemos a la información, como nos comunicamos y en general como nos impactan
las nuevas tecnologías en nuestras vidas y en los procesos educativos.
Con las tecnologías anteriormente mencionadas en el Informe
Horizont, Edición 2008 se plantean uno
retos críticos para la educación, los que presentamos de forma textual. Se
plantean como la evidencia de los cambios que se han generado en el mundo con
respecto a la forma como accedemos a la información, como nos comunicamos y en
general como nos impactan las nuevas tecnologías en nuestras vidas:
·
Los
cambios significativos en la enseñanza, la docencia, la expresión creativa y el
aprendizaje han generado una necesidad de innovación y liderazgo en todos los
niveles de la academia.
·
La
educación superior se enfrenta a una creciente expectativa de oferta de servicios,
contenidos y documentos audiovisuales para dispositivos móviles y personales.
·
El
énfasis renovado en el aprendizaje en colaboración empuja a la comunidad
educativa a desarrollar nuevas formas de interacción y evaluación.
·
El
mundo académico se enfrenta a la necesidad de proporcionar instrucción formal
en alfabetización informacional, visual y tecnológica, así como a la de
encontrar modos de crear contenidos valiosos con las herramientas actuales.
Pretendemos
mostrar el impacto de estos resultados en los ambientes de aprendizaje y la
manera como debemos transfórmalos para que
cumplan con su papel en la educación
Los ambientes de aprendizaje y la formación basada en
competencias
Dadas las condiciones impuestas por el desarrollo hoy en
día, es obligatoria la transformación de los ambientes de enseñanza y de
aprendizaje para adecuarlos a las condiciones manifiestas del hombre moderno.
Con el objetivo de dar claridad a nuestros argumentos, planteamos los dos
extremos en los que estos ambientes se mueven hoy en día. En uno de los
extremos está el aula virtual y en el
otro extremo está el aula de aula
tradicional.
Cuando nos referimos
al aula tradicional hacemos alusión a aquel ambiente en el que el
estudiante está sentado en una silla escuchando y procurando entender lo que un profesor expone como supuesto portador del
saber. Los elementos básicos de este ambiente son tablero y tiza para el
profesor y para el alumno cuaderno de
notas, libros y algunas herramientas adicionales que le permiten un trabajo
personal. Una descripción más adecuada
se encuentra en los argumentos de Paulo Freire, quien describe esta forma de
educar como “educación bancaria”. En este sentido, la educación bancaria es una
forma de entender la educación como relación vertical, en la que uno (el educador) otorga conocimientos y otros (los educandos) reciben conocimiento. Desde este punto de vista se presenta una
separación tajante entre el rol de educador y el rol del educando. La educación
bancaria se concibe como narración de
unos contenidos fijos, o como transmisión de una realidad que no requiere
reelaboración y que se presenta como la única posible.
En el otro extremo
podemos pensar en lo que muchos llaman aula
virtual sólo por el hecho de ser un espacio en la WEB que contiene un conjunto
de documentos. El estudiante lee la documentación mediante el seguimiento de
una guía de lectura y al finalizarla se
espera que el entienda bien el tema desarrollado. Algunas integran estrategias
como, buscar que el estudiante se autoevalúe en sus motivaciones y hasta que se
evalúe en la adquisición misma del conocimiento esperado. Vemos esa mal llamada
aula virtual como el repositorio de unos documentos que deberán ser
estudiados para lograr el aprendizaje. Algunas aulas un poco más estructuradas
disponen de un foro de discusión y de la posibilidad de un chat con un tutor.
En todo caso, el asunto es el mismo: unos alumnos que reciben conocimiento y
unos docentes que otorgan conocimiento.
Lo que constituye un ambiente
de aprendizaje está más allá de los espacios físicos o virtuales. Está en
lo que entendemos por educación, por hombre, por formación. Los ambientes de
aprendizaje no son sólo los espacios físicos, las herramientas usadas y la
distribución de tiempos; sino también la postura filosófica respecto a la
educación de los individuos vinculada a la concepción de institución. La
claridad sobre la visión institucional es una guía en la construcción de
ambientes de aprendizaje.
Nuestra propuesta pretende mostrar que la educación
presencial puede llegar a evolucionar hacia un nuevo paradigma para la
formación de las nuevas generaciones, al enriquecer sus procesos de enseñanza y
de aprendizaje con la incorporación de las TIC para apoyar el desarrollo de
competencias. Para el caso hablaremos de
“ambientes de aprendizaje” de forma presencial abarcando el conjunto de
actividades, actores y recursos que se conjugan en un espacio de tiempo, en un
lugar especifico y de forma presencial, en el contexto de la educación
superior. Para clarificarlo pensemos en la forma como tradicionalmente se ha
usado el espacio del aula. Nos preguntamos por lo que logra un estudiante al
asistir a una clase. ¿Cuáles de los procesos de aprendizaje se desarrollan en
una clase? Tradicionalmente, el “aula de clase” no está pensada para incitar al
conocimiento, para abrir caminos, horizontes sino, más bien para informar. Se
busca que el estudiante “entienda”. La “formación” está centrada en el conocimiento. El estudiante
tiene que enfrentarse solo a procesos que le permiten, en el mejor de los
casos, lograr su aprendizaje mediante acciones como: comparar, relacionar,
validar, evaluar, generalizar, reconocer, formular, aplicar y en general todo
aquello que indica el logro de los conocimientos deseados del proceso. El “aula
de clase” es sólo el comienzo del proceso y a partir de las “instrucciones” del
docente, el estudiante es lanzado, por no decir que a veces es abandonado, en
el camino del aprendizaje.
De acuerdo con José Gimeno Sacristán y Ángel I. Pérez Gómez
(1992), la vida del aula es concebida como un conjunto de intercambios
socioculturales, en donde hay una reciproca influencia en la relación alumno
profesor, se enfatiza en el individuo y la relaciones de intercambio de
significados que surgen en el proceso. Integra todo en procesos sociales más
complejos desde el punto de vista sistémico y ecológico. Tiene cuatro
características: es naturalista, pues
capta las redes significativas de la vida real del aula; va más
allá de los procesos cognitivos, muestra la relación entre el espacio social
del aula y la conducta; aporta una perspectiva
sistémica, y el aula como sistema
social tiene multidimensionalidad, simultaneidad, inmediatez,
imprevisibilidad e historia. Entender estas características nos
permitirá generar potencialidades en los ambientes presenciales para la
formación de las futuras generaciones.
Sin pretender
plantear una nueva definición del concepto de competencias vamos a dar una
mirada de este concepto desde lo esencial y en nuestro contexto. El concepto de
competencia concibe al hombre como un todo con sus partes perfectamente
definidas, es decir, un ser humano es competente en algo si todas sus
habilidades, destrezas, conocimientos, aptitudes, actitudes y valores, que se
evidencian en unos saberes, le
permiten desempeñarse de forma efectiva y creativa para posibilitar, con
resultados de calidad, aportes al desarrollo del área o sector en donde se
desempeña. La gran mayoría de enfoques de la educación basada en competencias
lo soportan en tres pilares (saberes): el saber
saber, el saber ser y el saber hacer; con la mirada en y para el
contexto cambiante y que queremos cambiar. La Educación basada en
competencias mira un ser humano, con unas condiciones de vida, para que el
desarrolle un potencial para actuar en el mundo de forma eficiente y productiva
para sí y su entorno. Como consecuencia, al incorporar la formación por
competencias la forma de ver el sistema educativo cambia completamente; la
visión del estudiante, de la institución y del docente son diferentes a las de
un sistema basado en el conocimiento.
En un sistema
educativo basado en competencias, las actividades que se desarrollan en los
ambientes de aprendizaje están dirigidas a la formación del saber, el ser y el hacer. Para cumplir con esta tarea los ambientes de
enseñanza y de aprendizaje deben ser muy dinámicos, versátiles, madurar con el
grado de desarrollo del alumno, incorporar el uso de tecnologías para su
desarrollo; en definitiva, estar acordes con el desarrollo actual de la
tecnología y al servicio del proceso de formación de las competencias que se
desean lograr en el proceso. Los concebimos como espacios presenciales ricos en
actividades significativas para docentes y estudiantes, con cambios
permanentes, con múltiples recursos y completamente dinámicos. Si además,
los enriquecemos con las herramientas
tecnológicas proporcionadas por las TIC, nos queda fácil vislumbrar de lo que
estamos hablando. A pesar de que no es fácil describir el ambiente, pues su
arquitectura depende las variables: profesión, contexto, grado de maduración de
los estudiantes, del profesor, la relación recursos disponibles y recursos
necesarios, el papel para el que fue diseñado el ambiente, etc.
Más aún, el ambiente de aprendizaje no necesariamente
es el comienzo del proceso. Planteamos tres estadios: un antes que representa el conjunto de actividades preparatorias
para el gran momento y no necesariamente introductorias, un durante que representa el momento que contiene la esencia del
proceso, en donde se desarrollan los planteamientos más importantes, se
confronta y concreta, y un después
en donde el estudiante de forma individual y/o colectiva teje los hilos de su
formación. Y si miramos de forma continua y sistémica el proceso vemos los
procesos creciendo en espiral, en donde “un después” se une a “un antes” de la
siguiente sesión. El estudiante podrá
usar el material de apoyo diseñado por el profesor (presentamos un libro y un software
en proceso de edición), la
Internet y los específicos que dependen del proceso, para
realizar actividades previas a las que va a desarrollar en el aula de clase:
reconocer los elementos fundamentales, autoevaluarse, preparar los
prerrequisitos para su formación y entre muchos otros procesos que se pueden
ejecutar de forma previa y que se definen según el grado de evolución del
proceso. El ambiente de aprendizaje
enriquecido con las TIC y orientado a la formación de seres competentes se
convierte en un espacio de múltiples formas, de variaciones en el tiempo, en
los recursos y espacios, evoluciona con el proceso de aprendizaje y con el
docente. El docente no se repite así sea el que dirige el mismo módulo en
varias oportunidades. El ambiente se moviliza según las condiciones actuales de
los actores del proceso educativo.
BIBLIOGRAFIA
Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Ed. Siglo XXI. Edición 55. ISBN 9682325897, 9789682325892. Madrid. 246
páginas. 2005
Inciarte Rodríguez, Mercedes de la E. Nuevas
tecnologías un eje transversal para el logro de aprendizajes significativos. Revista Electrónica Iberoamericana
sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación. Vol 2, núm. 1. 2004
Sacristán, José Gimeno y Ángel I. Pérez Gómez.
Comprender y transformar la enseñanza. Publicado por Ediciones Morata, Edición
10. ISBN 8471123738, 9788471123732. 441
páginas. 1992.
A Toffler, H Toffler. Las Guerras del futuro. Editorial
Círculo de Lectores, México. 1994.
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